Innovación y economía circular: 8Circular, el futuro de los residuos orgánicos
La motivación para la innovación: una crisis ambiental profunda
8Circular tiene sus raíces en la profunda preocupación de un grupo de amigos por el futuro del planeta y sus ecosistemas. Después de ver en primera mano los efectos del cambio climático y la gestión de residuos en diferentes países del mundo, nos propusimos generar un impacto positivo en este sentido. Ese fue el momento en el que nació el sueño de transformar la actual economía lineal en una economía circular. Lo que no imaginábamos en aquel entonces era que ese impacto iba a ser catalizado por un interesante insecto: la mosca soldado negra.
Nuestra socia y CSO Paula Huerta había visto en Indonesia cómo las larvas de mosca soldado negra tenían la capacidad de transformar enormes cantidades de residuos orgánicos en cuestión de días. Ella ya había empezado allí algunos proyectos a pequeña escala para transformar desperdicio alimentario de los mercados de Sengkol con este insecto.
En la imagen se puede ver la instalación en Sengkol, diseñada por Paula, donde actualmente se sigue gestionando una tonelada al día de desperdicio alimentario mediante su uso como alimento para las larvas, que luego sirven para dar de comer a las gallinas de los habitantes locales (Figura 1). Este aprendizaje nos hizo plantearnos cómo podíamos llevar el proceso un paso más allá. Queríamos utilizar el mismo enfoque en Europa, donde se estaba empezando a hacer mucho énfasis en la nueva ley de residuos y la promoción de procesos circulares estaba en auge. Pero para ello necesitábamos transitar desde una perspectiva más rudimentaria a una más tecnológica.
Empezó así un largo proceso de investigación y nos dimos cuenta de que había un vacío en la utilización de este insecto con un enfoque más descentralizado. ¿Por qué no llevar nosotros la tecnología a donde se produce el residuo? Habíamos identificado el problema y la posible solución. Ahora había que darle forma a la idea y transformarla en un negocio viable.
Figura 1: Instalación en Sengkol
Nuestra ingeniera química y COO Amaru González entendió enseguida la complejidad detrás del proceso con las larvas
Figura 2: Amaru González
Un equipo interdisciplinar: de la idea a la acción
Las ideas no tienen valor por sí mismas, cualquiera puede tener una. La diferencia radica en pasar a la acción. Para ello es necesario un equipo capaz de hacer posible lo imposible.
8Circular se compone de una parte técnica y otra de negocio. Nuestra ingeniera química y COO Amaru González entendió enseguida la complejidad detrás del proceso con las larvas. Con un máster en ingeniería de procesos por la universidad de TUDelft y su dilatada experiencia en investigación y diseño de procesos industriales, era la candidata perfecta para implementarlo. Junto con mis conocimientos en biología e insectos, y la experiencia adquirida por Paula en Sengkol, estábamos listos para empezar a desarrollar la tecnología. (Figura 2).
La parte de negocio está formada por Álvaro Pol (CFO), un emprendedor nato con conocimientos y una dilatada experiencia en administración de empresas. Diego Salgado (CMO), una persona motivadora y con una gran capacidad de gestión de redes sociales, clientes y marca. Y Javier Selgas, nuestro Chairman, un empresario de éxito, que se asegura de que apuntamos hacia la rentabilidad y que los inversores nos tienen en el punto de mira.
Decidimos que yo iba a ser el CEO del grupo -siempre me ha parecido que liderar no es algo que se elige, sino para lo que te eligen-. Por mi doctorado en Ecología, y mis conocimientos sobre investigación y desarrollo, decidí aceptar el reto.
Con este equipo, el optimismo y la motivación nos inundaban. El momentum era perfecto para lanzarse a la aventura.
El reto: unificar tecnología y naturaleza para generar valor
El primer paso consistió en el diseño del proyecto, incluyendo lo que es actualmente nuestro laboratorio, pero también toda una serie de experimentos que necesitábamos hacer para testar nuestras hipótesis y hacer viable el modelo de negocio. Para ello, estuvimos analizando y proyectando todas las posibles opciones: mejores alimentos para las larvas, los procesos de cría, separación y transformación, los productos y el mercado. Había llegado el momento de poner a prueba el conocimiento adquirido.
Logramos crear un laboratorio que funciona con las condiciones perfectas para el desarrollo de las larvas, la cría de las moscas y contiene todo lo necesario para mediciones y tratamiento (Figura 3). Cuando terminamos de construirlo sentimos un orgullo enorme. No había sido fácil llegar hasta ahí y nadie te cuenta que el emprendimiento requiere de un constante aprendizaje y un número casi interminable de ensayos y errores. Ya estábamos listos para probar múltiples residuos y subproductos agroindustriales con el objetivo de conocer al detalle los rendimientos de cada uno, su impacto en la composición de las larvas y los excrementos, y todos los parámetros de los que iba a depender nuestro modelo de negocio. Incluimos aquí pruebas con vegetales, bagazo de cerveza, residuos municipales o residuos de café, entre otros.
En el mundo del emprendimiento innovador es fundamental tejer una gran red de contactos que aporte valor. Así, la recopilación de la información que necesitábamos ha sido llevada a cabo gracias a la colaboración con expertos y expertas. La Universidad Autónoma de Madrid analizó nuestras larvas para cerciorarnos de que cumplieran todos los criterios de seguridad y calidad (Figura 4). Con la Universidad de Burgos analizamos los excrementos de las mismas.
Habíamos dado a su vez con varios estudios sobre la extracción de un material muy interesante de estos insectos por su gran cantidad de aplicaciones: la quitina y su derivado el quitosano. Nos pusimos en contacto con el Centro Tecnológico para el Calzado de la Rioja, donde un grupo de expertas había llevado a cabo múltiples experimentos con quitosano. Nuestro objetivo era la obtención de datos de los diferentes rendimientos posibles de este material para poder desarrollar modelos de negocio en torno al mismo.
Crear un negocio como el que planteamos en 8Circular requiere conocer todas las posibilidades que pueda ofrecer. Utilizando la grasa obtenida de las larvas, desarrollamos también jabones naturales. (Figura 5).
Ahora ya nos sentíamos listos para dar el salto hacia la siguiente fase y lograr una tecnología mucho más disruptiva. Estábamos entrando en lo que es actualmente el verdadero reto de 8Circular, que es trasladar nuestro proceso allí donde es necesario. Tocaba empezar a diseñar nuestro sistema de biorreactores modulares descentralizados no sin antes encontrar potenciales clientes.
Figura 3. Mosca soldado negra criada en el laboratorio de 8Circular
Figura 4. Productos analizados durante la fase de investigación; de izquierda a derecha: fertilizantes, larvas, grasas y harina de proteína.
Figura 5. Jabones naturales elaborados con grasas de larva de mosca soldado negra
Los clientes: la importancia de identificar necesidades
Lo primero fue testar algunas hipótesis con nuestros potenciales interesados. El producto que obtenemos en cualquier circunstancia son los excrementos de las larvas. El mercado era amplio ya que podía utilizarse para fabricar fertilizantes líquidos o como fertilizante en diversos cultivos. Por otro lado, vimos en Indonesia que los resultados de la inclusión de larvas en la alimentación de gallinas ponedoras eran muy interesantes y empezamos a indagar sobre cómo nuestro sistema modular podía beneficiar a este sector. Nos pareció un mercado bastante grande y nuestra tecnología podía abordar algunas problemáticas.
Imaginemos el caso de grandes cadenas de supermercados que tengan su propia producción de huevos. Ahora pensemos en la cantidad de desperdicio alimentario que pueden generar estas empresas. Si existiese una tecnología capaz de recircular ese desperdicio de nuevo en su cadena de valor, atendiendo además a las nuevas regulaciones sobre residuos y desperdicio alimentario, y generando de esta forma un impacto positivo en el medio ambiente, ¿no sería muy útil? Por ello, contactamos con empresas interesadas en una tecnología que transforme el desperdicio en valor y dimos con potenciales clientes. Así que nos lanzamos al desarrollo de nuestro prototipo de biorreactor descentralizado.
Esta es la fase en la que se encuentra actualmente 8Circular, tenemos un diseño, potenciales clientes, y mucha información sobre cómo la alimentación con larvas mejora la calidad de vida de las gallinas y de los productos derivados. El siguiente paso es la captación de financiación para ejecutar el proyecto y construir nuestro sofisticado biorreactor.
Una tecnología adaptativa y de impacto
La tecnología de 8Circular es muy versátil dando como resultado un sinfín de posibles aplicaciones. Puede aplicarse directamente en granjas de gallinas o explotaciones acuícolas y que las larvas sirvan de alimento directo. También puede localizarse en grandes centros logísticos donde se genera desperdicio alimentario y nosotros nos encargarnos después de procesar las larvas en los productos derivados -harinas de proteína y grasas-. Cuando formas parte del ecosistema innovador, es importante explorar varias opciones, pero también es importante tener clara la ruta. El camino más corto para ser rentable es normalmente la opción prioritaria. Sin embargo, generar resiliencia a través de diferentes alternativas ayuda a pivotar en caso necesario.
Los biorreactores para granjas de gallinas pone- doras funcionan de la siguiente manera: identificamos flujos de subproductos agroindustriales, emplazamos un biorreactor que controlamos remotamente, suministramos neonatos de larvas de forma periódica junto con el desperdicio ya preparado y los granjeros solo tienen que recoger larvas que son expedidas automáticamente. Literalmente, nuestro proyecto consiste en una sofisticada máquina expendedora de larvas. Gracias a ello las gallinas necesitan menos antibióticos, están más sanas y experimentan menor picoteo de plumas, lo que revierte en una mayor puesta de huevos y una mayor calidad de los mismos. (Figura 6)
Figura 6.
Retos y oportunidades para el futuro: nuestra visión internacional
Ser el primero o de los primeros en algo conlleva la gratificación de inaugurar nuevas fronteras, pero la desagradable sensación de ir abriendo un camino que nunca sabes bien hacia dónde se dirige. Es por esto que el componente financiero en la innovación se llama “venture capital”, o capital de riesgo, en alusión a la gran incertidumbre que existe por delante. Al mismo tiempo, las recompensas para la innovación resultan mucho mayores que para lo menos innovador. Por eso, los inversores saben que este tipo de proyectos tiene un atractivo especial.En un mundo hiperconectado, la visión internacional es necesaria. El equipo de 8Circular en su conjunto habla español, inglés, francés, holandés, tailandés e indonesio, lo que genera una red internacional re- marcable. La posibilidad de adaptar y aplicar nuestra tecnología en países de Asia, América y África hace que nuestra versatilidad suponga una enorme oportunidad para superar algunos de los retos que hemos identificado. Además, nuestro fuerte ADN innovador ha hecho que las múltiples colaboraciones con entidades de investigación y otras empresas nos lleve a postular a grandes proyectos europeos que sirvan como palanca para nuestra tecnología.
Seguir en esta línea es sinónimo de seguir soñando y visionando un futuro en el que se quiere generar un impacto positivo. La tecnología que estamos desarrollando tiene un enorme potencial para el presente y el futuro de la sociedad y queremos seguir recorriendo este camino. ¿Imaginas utilizarla en tu granja y generar un impacto positivo en tu entorno y tu planeta? ¿Y gestionar el residuo orgánico municipal generado en Europa a través de nuestro proceso?
¿Imaginas cómo nuestros biorreactores podrían convertirse en los nuevos contenedores de residuos orgánicos y lo único que tendrías que hacer es ir con tu bolsa de residuos a depositarla ahí?
En realidad, hay una cosa más interesante del emprendimiento y la innovación que ser el primero y esta es la increíble sensación de estar explorando algo que puede cambiar las cosas.
En realidad, hay una cosa más interesante del emprendimiento y la innovación que ser el primero y esta es la increíble sensación de estar explorando algo que puede cambiar las cosas